Infidelidades
Esta semana vengo con el tema de la familia y todos los post están relacionados entre sí. Que os sea leve. :)
Hace unos cuarenta años, no había divorcio e incluso separarse estaba mal visto. Entonces, había hombres y mujeres que llevaban una doble vida. Tenían amantes y no lo admitían. Hoy en día, no tiene justificación. El divorcio es un trámite más sencillo que sacarse el carnet de conducir, y además se ha convertido en algo muy habitual. Así que los hombres, principalmente, no pueden seguir utilizando las consabidas frases de: "mi mujer no me comprende, nunca la he querido, estamos juntos por la familia, no puedo dejarla porque qué sería de ella, pobrecita". Parece que soy la única que ve películas. Sólo por eso, ya deberíamos estar vacunados de este tipo de actitudes.
No existe matrimonio a salvo de la infidelidad, porque hay hombres y mujeres especialistas en limar las defensas. Ni siquiera un gran amor está libre de momentos de duda y debilidad, que te hacen vulnerable. Yo hubiera pensado que mi hermano estaba con la mujer de su vida. Llevaban casi venticinco años juntos, cuando se cruzó otro hombre en el camino de ella. Ahora, que él ya tiene otra familia, yo todavía echo de menos a veces a mi ex cuñada, y me gustaría que nada de aquello hubiera sucedido. El sufrimiento que produce la infidelidad es de los peores que existen. No se trata sólo de constatar que tu pareja ya no te quiere. Se trata sobretodo de sentirse traicionado hasta lo más profundo de tu ser. Porque, si una pareja ha perdido la ilusión, y ya no tienen nada en común, es mejor separarse. A continuación, si alguno quiere rehacer su vida, es libre de intentarlo.
Sin embargo, estar creando ilusiones nuevas en otra persona, mientras mantienen su matrimonio "por si acaso no resulta", es algo imperdonable. Lo menos que se puede pedir en estos casos es tener la valentía de afrontar la situación abiertamente. Una persona que es capaz de traicionar así a su familia, no es de fiar para empezar una nueva relación. Lo más probable es que vuelva a repetir el mismo modelo con todas sus parejas. Por eso, relacionarse con un hombre casado es una apuesta sin futuro. Al tener sólamente una versión de la historia, es imposible saber quién tiene la culpa de que el matrimonio no funcione. Pero lo que es innegable, es que al menos una persona va a sufrir terriblemente por causa de la infidelidad y sobretodo por la mentira.
No niego que cualquiera pueda caer en esta situación, incluso aunque vaya en contra de sus principios. El amor tiene sus propias reglas. Los sentimientos no se pueden amarrar. Pero, lo que sí se puede evitar es el daño intencionado a terceras personas. Sinceramente, para mí el matrimonio es mucho más que un papel; es un sacramento sagrado, y se merece un respeto; pero siempre que no signifique estar ilusionando a otra persona, sin que exista posibilidad real de que esa relación tenga futuro, y haciéndole perder parte de su precioso tiempo vital. En un trío siempre hay dos perjudicados: los que comparten a una misma persona.