Terrorismo islámico
Es bien sabido que el comercio mundial es injusto, porque unos pocos nos beneficiamos del trabajo de muchos. Sin embargo, el problema es complicado y la culpa no es sólamente nuestra. Cuando hablaba de la crisis del petróleo, decía que los países árabes han perdido una oportunidad histórica única en los últimos cien años. Con los ingresos del petróleo y el gas natural podrían haber sacado a su población de la miseria y la incultura. Pero no lo han hecho, porque no les interesa. Unas personas preparadas empezarían a reclamar sus derechos, poniendo en peligro las ologarquías que los gobiernan desde siempre. Así que resulta muy fácil echarle la culpa de todo a occidente, y así tener justificación para cualquier acto. Nada une más a la gente que un enemigo común. Los ideólogos del fanatismo islámico son jóvenes ricos que se han educado en las mejores universidades del mundo. Luego viajan a los suburbios del Magreb a inflamar el resentimiento de aquellos que no tienen ya nada que perder. La religión es sólo una excusa más.
Lo que ocurre con todos los movimientos terroristas es que, con el tiempo, se acaban convirtiendo en un negocio, como la mafia, una forma de vida. Cuando el motivo de su creación ya se ha olvidado, necesitan buscar nuevas razones. Si en EE.UU, por ejemplo, han elegido un presidente musulmán, le critican por no ser practicante. Se van a la India a matar extranjeros, sabiendo que la mayoría de las víctimas iban a ser indúes. Su única motivación real es actuar para poder justificar su existencia.
Creo que el gran error que cometemos siempre es pensar que se puede ayudar a la gente en contra de su voluntad. Cada país decide su destino según sus circunstancias, ideología, religión y tradiciones ancestrales. Lo natural sería que cada cual siguiera su propio ritmo. La globalización sólo ha servido para que conozcan como vivimos nosotros y piensen que les estamos robando. El Banco mundial tiene mucha culpa porque debería limitarse a asesorar a los países sobre la manera de aprovechar sus recursos, en lugar de cuidar intereses ajenos. Los mercaderes del odio, mientras tanto, siguen sacando beneficio de nuestras contradicciones, en una espiral de violencia sin fin.
8 comentarios
zafferano -
Un besote lindura!
gema -
Un besazo Susana eres un encanto ya lo sabes ...quería repetirtelo
codromix -
carmncitta -
emeragu -
susana -
acoolgirl -
Así que prefiero no hacerlo y me doy cuenta de que debería informarme más.
Un besooo
Ezne -
Es así. Solo hay que buscar una excusa para cualquier cosa y mover las masas incultas, no conviene culturizar, ni dejar que piensen por si mismos, porque entonces estarían perdidos estos líderes.
Un beso