Superagente 86
Yo veía la serie en su día y la película conserva el espíritu de los personajes. Es entretenida, imprevisible y divertida, pero además tiene otros valores. El protagonista, 86, resulta ser un empleado corriente que destaca mucho en un trabajo anodino, pero importante, cuyo sueño siempre ha sido llegar a ser agente secreto. La chica, 99, es una mujer que se ha endurecido por las circunstancias y ya no confía en nadie. El jefe resulta ser un simpático anciano al que no toman en serio porque creen que ya ha perdido sus facultades. Los compañeros agentes se sienten superiores a los empleados de oficina a los que ridiculizan un poco.
Sin embargo, durante la acción se descubre que las cosas no son exactamente como parecen: ni los duros lo son tanto, ni los patosos, ni los que parecen inútiles. Incluso los malos llegan a caer simpáticos, especialmente uno que muestra su lado sentimental, y los buenos tampoco son tan buenos. No quiero destrozaros la película, porque vale la pena ir a verla. Tiene unos toques morbosos, con un punto de sadismo, que no son muy apropiados para una película familiar. Tiene algunas referencias sexuales que, desde luego, no tenía la serie original, que era bastante naif. Ya sé que los tiempos mandan, pero los guionistas tendrían que hacer cursillos sobre el cine de los años 50 y 60, para ver como se puede sugerir la sexualidad de una forma mucho más sutil y efectiva.
Sin embargo, no se puede negar que tiene gracia, y sobretodo, es de esas películas que te hacen salir del cine con un toque de optimismo que se agradece mucho. Te hace sentir que todo el mundo puede ser un héroe a su manera desde su pequeño papel en la historia, y que no se debe rechazar a la gente por ideas preconcebidas. La verdad es que ha sido una agradable sorpresa volver a ver una película así.
7 comentarios
Centrífugo -
Por otro lado, que razón tienes con lo de la sutileza. Pareciera que en defensa de la "transparencia" nos vamos volviendo demasiado crudos, guionistas y público, cuando antes claramente era más lo que se dejaba a la imaginación.
Anäis Nin escribió alguna vez que los censores son infantiles, pues nada hay tan erótico como lo que no se dice y lo que no se ve...
Abrazos Centrífugos!
simplemetne yo -
codromix -
Pikifiore -
acoolgirl -
Un besoteee
Manuel -
Recuerdo que, en la presentación de la serie entigua, una voz en off decía: "Terrible agente del recontraespionaje".
Me partía de risa cuando volvió a usar el "zapatófono", antecesor de los actuales móviles. Por cierto, que a los primeros teléfonos móviles había quien les llamaba así, por lo aparatosos que eran.
De la serie entigua, recordaba también los múltiples artilugios camuflados que se empelaban, y que daban un cierto encanto cómico a los episodios.
Un saludo desde Valencia.
alotmo en su hora de desayuno -
Bsitos