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Misiones

Misiones

El domingo vino un misionero a la iglesia y nos estuvo contando en qué consistía exactamente la misión. Decía el sacerdote que en el pueblo de Benín donde él vive intentan explicarles tres cosas a la gente:

Primero - que cada persona es valiosa por sí misma, independientemente de su edad, sexo o actividad.

Segundo - que no hay razón para que no puedan llevarse bien unos con otros.

Tercero - que también pueden hacer cosas para mejorar su vida cotidiana.

Parecen temas muy evidentes, pero allí, por desgracia, no lo son en absoluto, porque sus prioridades son otras. Una de sus principales ocupaciones consiste en intentar que sobrevivan las mujeres embarazadas y los recién nacidos, cosa nada fácil debido a las condiciones higiénicas. Así que han construído un dispensario y un orfanato, que llevan unas monjas. Luego se trata de que vayan a la escuela, pero eso también cuesta dinero que la mayoría no pueden gastar en eso. Finalmente intentan conseguirles trabajo, pero la situación ha empeorado en los últimos treinta años. El precio de algodón ha bajado tanto que apenas les da para sobrevivir.

Supongo que ya os imagináis que la culpa de los precios, como siempre, la tenemos los países desarrollados, por estar subvencionando nuestro propio algodón. Así que los misioneros lo único que pueden hacer es intentar mejorar las condiciones de vida de esa gente, pero no pueden luchar contra las causas de los problemas. Aún así siguen allí, dando un gran ejemplo de dedicación y entrega. Su labor no es más que un grano de arena en el desierto, pero si consiguen mejorar la vida de una persona, su esfuerzo ya habrá merecido la pena.

Parece mentira pensar que nosotros estemos aqui lamentándonos de nuestra suerte, mientras otros simplemente no pueden elegir; y algunos otros, pudiendo elegir, deciden irse a ayudar a los más pobres entre los pobres. A veces me avergüenzo de mí misma.

9 comentarios

Pikifiore -

Desde muy pequeña,cuando las misioneras venian a darnos charlas al colegio,me ha parecido digna de admiración la labor de estas personas que se dedican con su entrega a velar por los mas necesitados.Un beso

Marea@ -

Los misioneros realizan una labor que, para mi, supera con creces los que intenta imponer la llamada Iglesia.

Un beso. Marea@

pasion de vivir -

Uno de los pilares más importantes del ser humano y que nos distingue de los animales es la cultura y el conocimiento que en la mayoría de las veces es lo contrario del instinto y los ritos de algunos pueblos en los que impera el machismo y la mujer es usada como un animal de carga y un útero para tener hijos que poner a trabajar.
y el resultado es que los que mueren y enferman son las mujeres y los niños.
Y nosotros, que le podíamos ayudar enviándole métodos anticonceptivos, no lo hacemos, o lo hacemos con remilgos por no infringir no sé qué ley !!
Así no vamos dejar de ver en los informativos ese sufrimiento de madres con niños muertos de hambre entre sus brazos.

Nanny Ogg -

A mí también me hace mucha "gracia" oír a la gente quejarse de lo "mal que estamos". Me hace mucha gracia porque no tienen ni la menor idea de lo que es ser realmente pobre. En fin, así somos los humanos.

Besos

susana -

Estrella, lo del uso del preservativo no es tan fácil, porque ellos no quieren, y sobretodo porque cuestan dinero, que no pueden pagar, aún suponiendo que dispusieran de ellos. Además realmente desean tener muchos hijos, debido a su tradición y no hay quien los convenza de otra cosa.

Patri -

Siempre es lo mismo, nos quejamos de nuestra pobreza y somos incapaces de mirar al de al lado... ¬_¬

Besotessssssss

estrella fugaz -

A mí me da rabia que gran parte de los problemas del tercer mundo sean debidos a todos los embarazos/niños que tienen, que sumado a la pobreza, al riesgo de muerte en el parto, al sida, y a que las mujeres trabajan en el campo y embarazada o tras parir se trabaja peor, la iglesia siga empeñándose en que no deben usar preservativos.
Parte del trabajo para que sobreviviesen las mujeres en los partos se lo ahorrarían, y sería parte de la forma de salir de la pobreza.

Manuel -

Es verdad, pues nos preocupamos mucho de nosotros mismos, sin querer darnos cuenta que hay otros peor situados y que podrían necesitar nuestra ayuda, sobre todo cuando su desgracia es más extrema.

Hay que admirar a esos misioneros y voluntarios que prestan su ayuda desinteresadamente, por puro amor al prójimo, sobre todo en estos tiempos en que la codicia lo domina todo. Y creo que tiene mucho que ver, en el egoismo que impera hoy en día, el haber progresado más rápido en lo económico que en lo cultural. ¿Me equivoco?

Alba -

Admiro a aquellas personas que tratan de ayudar a los demás.

El problema es que cuanto más tienes, más quieres, es una condición humana el egoísmo, y nos lamentamos de lo que nos toca vivir - desagradable- porque en el fondo por mucha conciencia social que tengamos, nuestro "mundo" es lo único que verdaderamente nos duele, creo que es igualmente triste y certero.

Un beso