Herencia genética
Pensaréis que me he vuelto loca porque estoy publicando todos los días, y algo de eso hay. Lo que pasa es que últimamente estoy un poco obsesionada con la promoción del blog, y ando todo el día mirando las estadísticas como niña con zapatos nuevos. Como, siguiendo mis propios consejos, pienso que todo exceso es malo, y estoy descuidando mi casa, a partir de ahora voy a volver a publicar cada dos o tres días. Intentaré no entrar en internet más que una vez al día, y me gustaría que mirarais por ahí porque a este ritmo es muy posible que os hayáis saltado algún post.
Pasé hace poco por un blog, y me hizo recordar cómo me sentía yo cuando nacieron mis hijos, la sensación de responsabilidad e incluso un poco de culpa. Porque cuando tenemos un hijo, aparte de traerlo a un mundo incierto, también le estamos transmitiendo una herencia genética, que, en mi caso, no es una maravilla.
El otro día mi hijo mayor me reprochaba, medio en serio, medio en broma, que está lleno de espinillas porque yo también lo estaba a su edad. Yo siempre le contesto, en el mismo tono, que, en cuestión de hormonas, más vale que sobren que no que falten. Pero no es sólo eso. Mi hija mayor es alérgica porque yo lo soy e incluso ha padecido asma, como su abuela. Mi hija pequeña es mucho más alta de lo normal, porque yo también lo era a su edad. Y eso no es lo peor. Mi hijo ha heredado mis problemas con los tendones y se le engancha la mandíbula y sufre de los pies. Parece ser que en mi familia tenemos los tendones laxos y eso da varios síntomas.
En cuanto al carácter, la pequeña es tan sensible como yo lo era a su edad, y el mayor es tan buena persona como su padre, lo cual les ha traído multitud de problemas. La mediana en eso ha salido más bien a otra rama de la familia, pero tiene mucho carácter. Así que a veces me siento mal. De hecho yo de joven pensaba que no debía tener hijos para transmitirles esta herencia, pero la naturaleza pudo más que mis miedos. Ya sé que hay herencias mucho peores, pero eso no me sirve de consuelo, cuando pienso en que yo quería darles a mis hijos lo mejor.
También puedo decir que tal vez les haya transmitido algo bueno, como el oído musical, la facilidad para los idiomas..., pero en una etapa como la adolescencia cualquier ayuda es poca, y, realmente, lo de las espinillas es una buena faena.
8 comentarios
Tu María -
Y dale mi enhorabuena, porque hay tipos de cáncer que también se heredan, deformidades (labio leporino, por ejemplo), predisposiciones (a la depresión, a la obesidad), y cegueras...
Patri -
Besotessssssssss
Pikifiore -
Nanny Ogg -
Mi niña es mucho más alta que las niñas de su edad (vamos, se sale del percentil): herencia, sobre todo, de mi lado familiar. Además, la pobrecita, es eso que se llama "fuerte" con lo cual lo puede llegar a pasar tan mal como yo. Además, me temo que ha heredado mis migrañas. Pero muchas de esas cosas yo las he heredado de mi madre o de mi padre y no voy culpándolos de nada :D
Besos
acoolgirl -
De todas maneras, estoy convencida que esto es temporal... seguro que luego se alegran de tener cosas tuyas.
Un besazooo
Alba -
Lo de la Herencia genética, pues es irremediable, y no es culpa de los padres, que si todos nos ponemos a pensar la herencia que le vamos a dejar a los hijos seguramente muchos no tendrían. ¿no crees??
Un beso
Manuel -
Al final, hay que emplear mucha paciencia, lo cual a veces provoca que nos toque luchar contra nosotros mismos, a la hora de adoptar alguna decisión de cara a nuestros hijos.
Es la otra cara de ser padre/madre de familia...
Mónica -
Cádiz me ha sentado de maravilla, a ver sino iba a ir yo solo por el hecho de que me recuerde a J...
Cuando las cosas no pueden ser, no pueden ser...
Pero si a estas alturas todo me recuerda a él, pero yo sigo hacia delante...
Un beso