Limpieza y salud
Vuelvo con el consumismo y las costumbres sociales. Dos anuncios: "¿Tienes en tu casa ratones, cucarachas, polillas, hormigas y termitas?" Pues, múdate de casa, porque eso ya es un zoo. Me parece que no cabe nadie más. No se trata de tener la casa llenar de bichos, más que nada porque es poco higiénico. Pero entonces aparece el otro anuncio: "¿Quieres acabar con todos los ácaros del polvo que hay en tu hogar?" Pues, no. Con perdón de Codromix, y a pesar de que tengo alergia, a mí esos bichitos no me han hecho nada malo.
Los ácaros del polvo, como todo ser vivo, tienen una función importante que consiste en descomponer las partículas orgánicas que contiene el polvo. Si nos empeñamos en extinguirlos, seguro que tendría consecuencias negativas para el medio ambiente. El hecho de que sean de tamaño microscópico no significa que tengan menos derecho a existir que una hormiga, un perro o un elefante. Una cosa es tener plagas en casa y otra tener que vivir en una burbuja higiénica a salvo de toda suciedad. Los ácaros forman parte del equilibrio de la naturaleza, a no ser que te pongan tan enfermo que no puedas soportarlo. Pero, como norma, no hay razón para librarse de ellos.
En el supermercado, me encuentro con una estantería llena de geles vaginales. Yo pensaba que las mujeres nos lubricábamos de forma natural. Pero ahora resulta que hay que acudir a la industria química para tener relaciones sexuales. Si no te apetece, no lo hagas. No es obligatorio. La solución es tan fácil como eso y mucho más barata. Los geles pueden ayudar en la menopausia, pero no sustituyen a la líbido, y no tiene ningún sentido que se conviertan en un producto imprescindible de la cesta de la compra.
Depiladores que no duelen, perfumes que garantizan el amor eterno, máquinas de gimnasia que parecen aparatos de tortura, métodos para recuperar el cabello, productos mágicos que evitan los catarros, fibras para poder ir al baño, compresas para no oler a pis, remedios para el mal humor, los ronquidos, la flacidez, la edad... Con el dinero que nos ahorraríamos prescindiendo de la mayoría de esos productos milagrosos, ya podríamos salir de la crisis. Hay que aprender a distinguir las necesidades necesarias de las esclavitudes del consumo.
15 comentarios
Nanny Ogg -
En cuanto a lo otro... justamente hoy me he estado riendo un rato con mi marido a cuenta de lo tonta que puede ser la gente. Estaban hablando en el telediario de una técnica de belleza consistente en un "masaje japonés hecho con pinceles altamente hidratante al hacerse con agua de lluvia"... Me quedo con las ganas de saber cuanto dinero está dipuesta a pagar la gente por semejante tratamiento de curandero...
Besos
Manuel -
Saludos del amigo valenciano.
Caótica -
susana -
Caótica -
susana -
acoolgirl -
Un besooo
simplementeyo -
Ezne -
Realmente hay productos innecesarios, a mi parecer, unicamente intentan crearnos una necesidad... Yo con los acaros no tengo problemas, podemos dormir en perfecta armonia mientras yo no los vea... dormir con ratones ya no me veo fijate... ;)
En fin, que muchas de las cosas creo que son innecesarias pero otras si creo que nos han hecho la vida un poco más cómoda... lo que pasa es que al final ya no sabemos distinguirlo.
Un beso
Marisa -
cleira -
gema -
te quieroo un besazoo
La chica de ayer -
codromix -
lo de los acaros, ya es mas mania familiar que cuestion de salud, pero los veo como el enemigo, al igual que a las moscas, que las odio a muerte o las babosas que me dan fobia
Pikifiore -