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sigo a contracorriente

El pasado siempre vuelve

Tengo dos recortes de periódico que me han llamado la atención porque me han recordado una etapa de mi vida. El primero es del diario El Mundo y dice lo siguiente:

"Y es que nos creíamos invencibles en una carrera absurda por ganar más, cambiar más de coche por uno más grandes, consumir más, viajar más y más lejos. Y se acabó. Y lo peor es que no sabemos -no digamos nuestros hijos- vivir de otra manera. La avaricia ha roto el saco. Hemos caído en la depresión, la gran Depresión..."

No es por echarme flores, pero sobre este tema ya escribía yo hace dos años. Podrían ser mis propias palabras. Una vez dije que el tiempo tiene la mala costumbre de darme la razón, y eso es una faena cuando no puedes hacer nada para cambiar las cosas. En otro blog publiqué muchos artículos sobre el consumismo y recibí muchas críticas por aguafiestas. La verdad es que en general fue una experiencia desagradable, que acabó cuando descubrí la posición de mis compañeros frente al terrorismo. Ya había mencionado ese tema, pero no quise entrar en detalles. Fue mi minuto de gloria, porque llegaron a publicar mis artículos en una revista conocida, pero no mereció la pena.

El otro día encontré unos consejos para ser feliz en esa misma revista, y comprendí por qué no entendían mi punto de vista y nunca lo entenderán. Realmente nuestra filosofía de vida no puede ser más opuesta:

"Tira lo que sobra. Las relaciones complicadas, los trastos inútiles o las viejas creencias, son fardos que nos ponen de mal humor, ocupan demasiado sitio y dan mucho trabajo. Deshazte de ellos y tu espacio se volverá más grande y tu vida, más tranquila".

Es decir: no te preocupes por nada más que tú mismo, no te encariñes con nadie, no creas que puedes luchar por un mundo más justo, no tengas esperanza en una nueva vida. Disfruta de tu vida aquí y ahora y olvídate de los demás.  Con razón, éramos incompatibles. Por suerte, os tengo a vosotros que sí comprendéis que lo más importante son las personas.

9 comentarios

Enigmática -

Te entiendo perfectamente y comparto contigo lo que has dicho. Hace tiempo hablando con un grupo de amigos me miraron atónitos tras dar mi respuesta a una simple pregunta:

Amigo: Qué coche te comprarías si te tocase una gran cantidad de dinero en la lotería.
Yo: Ninguno, el coche que tengo es el que quiero tener, no necesito más (mi coche no es de lujo, es una marca normalita).

Ellos soñaban con comprarse un gran cochazo y digo yo... para qué?

Besos guapa!

Enigmática

Ezne -

No sé si conté ya que yo trabajo para una empresa que depende de la construcción, y un día vino un constructor lamentandose de que no se vendía nada y bla bla bla, me dieron ganas de decirle dos cosas, porque mientras estamos con las vacas gordas no recordamos que en la vida hay vacas gordas y flacas, pero en el periodo de la abundancia, como la cigarra, no nos acordamos... Un desastre.

Por otro lado, yo creo que hay ciertas cosas que no debemos cargar emocionalmente y de la que nos cuesta desprendernos, no es malo eso, lo que si es malo es pensar unicamente en uno mismo olvidando a quienes queremos, eso si que es malo, o (como alguien que conozco) llena un vacio existencial con material y lo peor de todo es que jamás se llena, porque lo intenta llenar con algo que no es posible. Una pena.

Un beso

Pikifiore -

Yo sí que creo que de ciertos fardos nos tenemos que desprender,tanto materiales (ni te imaginas la cantidad de cosas inservibles que almaceno y me da pena tirar) como emocionales,incluyendo aqui los miedos irracionales o los comportamientos extremos.Creo que soltando lastre nos ayudamos a nosotros mismos,y por extensión a las personas que queremos.Un beso

susana -

Zaferano. Yo lo interpreto de otra manera. No existen las relaciones no complicadas. En el momento en que te implicas con alguien, te complicas la vida. Es más cómodo no plantearse nada, pero eso es vida de vegetal, no de persona. Un beso.

zafferano -

Oye Susi, eras tú la que preguntabas hace tiempo si había problemas en entrar en tu blog o comentar? Pues a mi me tarda mucho tu página en abrirse. Bueno, por lo que leo, con todos mis respetos, no me parece mal apartar de nuestras vidas las cosas que nos pueden hacer daño, como puede ser una relación complicada o una opinión ya obsoleta, cuántas veces no lo hemos hecho, intentar que nuestra vida se llene de cosas auténticas en las que realmente creemos. Abrimos puertas, cambiamos, buscamos el equilibrio, así lo interpreto. Y naturalmente, lo más importante son las personas.
Un beso linda, me gustaría visitarte más a menudo pero el tiempo se me va, mira la hora que es, estoy muerta!
hasta pronto!

addicted -

Mi madre dice de mi nunca tendré dinero pq me gusta comprartirlo todo, y es asi, pq es lo q ella me ha enseñado. La etapa del egoismo gracias a la crisis tiene los días contados :)
besos

susana -

Sólo una aclaración: lo que está entrecomillado no lo he escrito yo. Podría haberlo hecho hace dos años, pero esos textos no son míos. Un beso.

Manuel -

Y es que la gente va tan obsesionada por el progreso en lo económico, que se olvida de otros aspectos y valores de la vida.
Y al final, como bien dices, "La avaricia rompe el saco".

Un saludo del amigo valenciano.

Marea@ -

El hombre siempre ha sido y será incorformista con lo que tiene, avaricioso y egoísta, siempre se quiere más... sea lo que sea...

Hay una anécdota que siempre me ha llamado la atención, yo estuvo algunos años asistiendo como expositor a las FERIAS que se celebran en IFEMA... pues bien... como sabéis en estos eventos se suelen regalar muchos folletos, lapices, bolis y chorraditas... bien... pues los visitantes se agolpaban y casi se pegaban por coger un boli, un lápiz o incluso un folleto (un papel que no utilizarían para nada y que al llegar a casa con las bolsas repletas de ellos irán derechitos a la basura sin ni tan siquiera echarles un vistazo...) Otra anécdota, en Madrid, todos los años en la Plaza Mayor hay un día que reparten patatas y otros productos de la tierra... pues pasa lo mismo, aunque en este caso supongo que no lo cogerán para tirarlo, pero sí es verdad que discuten y se enfrentan unos a otros en las colas, que si tu ya has cogido, que si yo estaba antes, que si tal... en fin... al final ves a un señor o señora con las manos repletas de bolsas de patatas porque se cree más listo que nadie y supone que ha engañao a los que organizan el acto... Somos así... la palabra que yo pondía en Neón para definir esto: "BUITRES".

Bien, perdón por lo amplio del comentario... hoy tengo yo la lengua suelta...

Un beso. Marea@