La teoría del columpio
He traído quince post escritos en papel de mis vacaciones. Yo, que quería olvidarme del blog, no he podido desconectar mentalmente. Así que éste es uno de los que he traído.
En varios sitios de la playa, han colocado unos columpios de diseño indicados para niños de 7 a 14 años. El artefacto en cuestión recuerda un poco a las barras de paralelas de los gimnasios, con un par de asientos a gran altura, una especie de rampa que se inclina para ambos lados y unas argollas imposibles de alcanzar por un adulto. Sin duda, es un columpio que favorece la imaginación, porque todo el mundo se queda mirándolo asombrado intentando descubrir exactamente para qué sirve. Debería venir con instrucciones de uso.
Por un lado tiene una especie de vela con muescas para trepar dignas de un escalador profesional. Por otro tiene un agarrador para balancearse, pero la base apenas se mueve. Así que hemos pensado que el ayuntamiento debería organizar un concurso de ideas entre los niños para que decidan exactamente el uso del invento, y así estarán incentivando sin duda su creatividad, y, si no lo descubren ellos, no lo hará nadie.
Pero, yo ya he sacado mis propias conclusiones. Ese columpio, sin duda, ha sido diseñado por un traumatólogo con el fin de producir todo el tipo de luxaciones y esguinces posibles, incluído el más difícil de conseguir de forma natural: el de cadera. En el hospital comarcal deben tener muchos médicos en prácticas y pocos pacientes con esas dolencias en particular. Así que decidieron crear una máquina para que los niños forzaran la anatomía en posturas imposibles, y los padres también tuvieran que descoyuntarse para salvarlos de tan difícil situación.
También podría ser que un diseñador famoso fuera amigo personal del alcalde, o que alguien llevara comisión por colocar esos artilugios, pero no quiero ser tan mal pensada. Yo creo que los han puesto por el bien de todos, para que los niños de hoy sean los atletas de mañana, y empiecen a practicar con las lesiones correspondientes. Nada que ver con los aburridos columpios de antes donde los niños se divertían sin correr ningún riesgo.
9 comentarios
Enigmática -
Besos,
Enigmática
laumoma -
Por lo que será mejor utilizar lo tradicional y que niños y padres vivan felices.
Algún gato encerrado tiene que haber para que pongan esos columpios tan raros.
Un saludo
Nanny Ogg -
Besos
addicted -
besitos
Angemary -
Recuerdo un tobogán en mi cole que era como una montaña rusa en el que más de un niño se cayó de cabeza, entre ellos mi hermana, jajaja. Esto creo que existía y seguirá existiendo.
besitos
codromix -
Pikifiore -
acoolgirl -
La verdad es que si, vaya juguetes mas raros estan poniendo ultimamente...
Un besitooo
Manuel -
Y también recuerdo cómo nos fabricábamos, con pimzas de madera, unas curiosas pistolas, con las que hacíamos grandes batallas.
Y de cómo, sobre todo en Pascua, hacíamos competición de comba, con una simple cuerda.
Lo más curioso, es que lo contamos ahora a los niños de esta generación, y no se lo creen.
Un saludito desde Valencia.