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sigo a contracorriente

Viéndolas venir

Viéndolas venir

Tengo por norma en la "vida real" no meterme donde no me llaman. Es decir, que yo en principio no opino si nadie me ha pedido opinión. Sin embargo, a veces pienso que si hablara se podrían haber evitado muchos problemas; si me hubieran hecho caso, cosa que dudo bastante. Porque en algunos temas pasa como en las cascadas: sabes que acabarán cayendo por su propio peso.

Tengo un sobrino que sufre de epilepsia por jugar demasiado a la videoconsola. Yo ya sabía que no le iban a controlar el tiempo de juego y que eso era peligroso pero no dije nada. Tengo una sobrina que comía muy mal y su madre la entretenía con coca cola y patatas fritas. Se cogió una gastritis y luego decían que era un virus, pero yo ya lo veía venir. Conozco una señora que continuamente le compraba chuches y huevos de chocolate a su hija mayor, y ahora la niña tiene diabetes.

Tal vez tenían que haberles dicho lo que pensaba en lugar de comentarselo sólo a mi marido... Tal vez se hubieran librado de enfermedades importantes si yo me hubiera atrevido a aconsejarles. Sin embargo, lo más probable es que, no sólo no me habrían hecho caso, sino que se hubieran molestado conmigo. En la vida real, la gente no acepta consejos fácilmente, y yo tampoco soy una persona que inspire mucha confianza. Mis propios hijos tampoco se creen mucho lo que les digo: te vas a manchar, te vas a hacer daño, ya te lo dije... De todas maneras, en su caso, prefiero que aprendan de la experiencia, si no es nada grave.

Tengo otros dos sobrinos en tratamiento por déficit de atención e hiperactividad. No dudo de que esa patología exista, pero en estos casos solamente se trata de chicos que crecieron con falta de atención de sus padres. Y otros dos más sin diagnosticar de momento, pero todo se andará. Supongo que ya os imaginais que tengo muchos sobrinos (17), el mayor de treinta años y el pequeño con cinco, y eso explica en parte porque conozco tantas anécdotas y que ya haya visto un poco de todo. Por eso también, a veces me gustaría poder llegar a la gente y contarles mis vivencias, por si pudiera realmente llegar a prevenir algún problema, porque a veces me siento culpable de no haber intentado evitarlos, cuando sabía lo que iba a ocurrir.

8 comentarios

Patri -

Desgraciadamente eso también me ha pasado a mí, solo que en algún caso, yo sí llegué a dar el consejo... ¬_¬

Besotesssssssssssss

Neurotransmisores -

A veces hacemos cosas indebidas aún a sabiendas.

Saludos.

addicted -

A mi me pasa un poco lo mismo que a ti, pero yo estoy un poco incasillada por tener 27 años y aparentar ser más joven y sin experiencia. Esto de tener visión hace un poco de daño y cuesta muchos sentimientos de culpabilidad por ver las cosas, pero es un don que tenemos.
Creo q has hecho bien en no aconsejar pq incluso hubiera sido peor, la gente no aguanta los consejos.
Besitos

La chica de ayer -

Uf, dar consejos es complicado... sobre todo porque la mayoría de las personas se lo toman como una ofensa o una intromisión en su vida personal. Yo creo que ya tiene uno bastante con tratar de llevar su vida y la de los que viven bajo su techo.

acoolgirl -

Parece mentira, pero en realidad es así... A la gente no le gusta que le digan lo que puede pasar cuando es malo. No nos gusta pensar en un futuro no dichoso...

A mi es que ya me han dado mucho palos por abrir la boca, así que si puedo, me callo.

Un besazooo

Sega -

Es verdad, si tienes confianza puedes dar un consejo una opinión o un pensamiento. Si sabes o intuyes que se lo tomarán a mal, mejor no lo intentes. Al final -tengas o no la razón- te mirarán mal.

Besos.

Mónica -

Pienso como Nanny, es mejor dejarlo correr, después acabas siendo el culpable...

Un besito Susana

Nanny Ogg -

No vale la pena aconsejar sino te han pedido consejo y, la mayoría de las veces, aunque te lo pidan. Así que mejor es dejarlo correr.

Besos